Una de las salidas más populares que se pueden realizar
desde Tokyo es visitar la zona de Hakone. Se encuentra a unos 100 kilómetros de
Tokyo, dentro del parque nacional de Fuji-Hakone-Izu. Es famoso por sus onsens, la
belleza de su entorno natural y las vistas que con un poco de suerte puedes
tener del Monte Fuji desde el lago Ashinoko o desde el funicular que va de
Sounzan a Togendai.
El acceso desde Tokyo dependerá de si disponéis del JR
pass activo. Como este era nuestro caso, tomamos un shinkansen hasta Odawara
(35 minutos desde la estación central de Tokyo) y una vez allí adquirimos el Hakone
Free Pass, que nos permite utilizar de manera gratuita la mayor parte de la red
de transporte de Hakone, formada por autobuses, trenes-cremallera, funiculares
y hasta un barco que cruza el lako Ashi, durante dos días. De Odawara a
Hakone-Yumoto hay un corto recorrido en tren de unos 15 minutos, cubierto por
este pase.
La visita se puede realizar en un solo día, aunque es recomendable pasar una noche en uno de sus conocidos ryokans. El problema es que encontrar un alojamiento bien ubicado y a un buen precio es prácticamente imposible. Si se quiere hacer así, se debe hacer un extra en el presupuesto.
Nosotros nos alojamos en el ryokan Lalaca, situado a unos pocos minutos a pie de la estación del tren-cremallera de Gora. Lo recomendamos tanto por su buena ubicación para recorrer la zona, como por la calidad y limpieza de sus instalaciones, sus onsens y como no, por la amabilidad de todo el personal.
Para visitar la zona se recomienda seguir la conocida ruta circular de los transportes de Hakone. Nosotros la encontramos muy interesante pero no para una visita de un solo día, ya que se pasará más tiempo en los transportes que visitando Hakone.
La ruta empieza en Hakone-Yumoto. Desde ahí debemos tomar el tren-cremallera más antiguo de Japón. Durante 40 minutos se abre camino entre estrechos pasajes, túneles y puentes, parando en pequeñas estaciones durante el camino. Cambia de dirección en tres ocasiones para ir subiendo las empinadas cuestas hasta llegar a la estación de Gora.
Una vez en Gora, hay que cambiar al funicular de Hakone Tozan Cable que en unos pocos minutos nos lleva a la estación de Sounzan. Durante el trayecto podremos disfrutar de las vistas panorámicas de las montañas de Hakone.
Desde Sounzan cogemos el teleférico de Hakone hasta
Togendai, a orillas del lago Ashi. Durante el trayecto, de unos 30 minutos de
duración, disfrutaremos de unas preciosas vistas de la naturaleza de Hakone, de
las tranquilas aguas del lago Ashi y de las nubes volcánicas de Owakudani
Recomendamos hacer una parada en la zona volcánica de Owakudani. Es típico comerse un huevo hervido negro, su color se debe al hecho de haberse hervido en el agua caliente que emana del suelo, rica en azufre.
Tuvimos suerte de, a pesar de ser agosto, disfrutar de
unas buenas vistas del esquivo monte Fuji.
Una vez nos bajamos del teleférico en Togendai, tomamos curiosamente un barco “pirata” para cruzar el lago Ashi. Los japoneses tienen unos gustos un poco extravagantes. No entendemos qué pinta un barco pirata en este lago, tan lejos del Caribe.
Nos bajamos en Moto-Hakone después de unos 30-40 minutos de un interesante y panorámico paseo.
Desde aquí fuimos andando hasta el santuario Hakone Jinja. Un tori rojo situado a la orilla del lago que ya vimos desde el barco nos ayudó a localizarlo. Está medio escondido entre la naturaleza, lo que le confiere un encanto especial.
Hakone |
La visita se puede realizar en un solo día, aunque es recomendable pasar una noche en uno de sus conocidos ryokans. El problema es que encontrar un alojamiento bien ubicado y a un buen precio es prácticamente imposible. Si se quiere hacer así, se debe hacer un extra en el presupuesto.
Lalaca |
Nosotros nos alojamos en el ryokan Lalaca, situado a unos pocos minutos a pie de la estación del tren-cremallera de Gora. Lo recomendamos tanto por su buena ubicación para recorrer la zona, como por la calidad y limpieza de sus instalaciones, sus onsens y como no, por la amabilidad de todo el personal.
Para visitar la zona se recomienda seguir la conocida ruta circular de los transportes de Hakone. Nosotros la encontramos muy interesante pero no para una visita de un solo día, ya que se pasará más tiempo en los transportes que visitando Hakone.
La ruta empieza en Hakone-Yumoto. Desde ahí debemos tomar el tren-cremallera más antiguo de Japón. Durante 40 minutos se abre camino entre estrechos pasajes, túneles y puentes, parando en pequeñas estaciones durante el camino. Cambia de dirección en tres ocasiones para ir subiendo las empinadas cuestas hasta llegar a la estación de Gora.
Una vez en Gora, hay que cambiar al funicular de Hakone Tozan Cable que en unos pocos minutos nos lleva a la estación de Sounzan. Durante el trayecto podremos disfrutar de las vistas panorámicas de las montañas de Hakone.
Recomendamos hacer una parada en la zona volcánica de Owakudani. Es típico comerse un huevo hervido negro, su color se debe al hecho de haberse hervido en el agua caliente que emana del suelo, rica en azufre.
Owakudani |
Una vez nos bajamos del teleférico en Togendai, tomamos curiosamente un barco “pirata” para cruzar el lago Ashi. Los japoneses tienen unos gustos un poco extravagantes. No entendemos qué pinta un barco pirata en este lago, tan lejos del Caribe.
Nos bajamos en Moto-Hakone después de unos 30-40 minutos de un interesante y panorámico paseo.
Desde aquí fuimos andando hasta el santuario Hakone Jinja. Un tori rojo situado a la orilla del lago que ya vimos desde el barco nos ayudó a localizarlo. Está medio escondido entre la naturaleza, lo que le confiere un encanto especial.
Hakone Jinja |
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