Interlaken
![]() |
Mattenhof Resort y su jardin |
Llegamos por la tarde, dejamos las maletas y nos dirigimos al centro de Interlaken.
El atractivo de esta población es su idílica situación, entre los lagos Thun y Brienz y dominada por los tres colosos de piedra, los montes Eiger, Mönch y Jungfrau. La ciudad es el punto de partida para numerosas actividades. De su estación de ferrocarril parten los trenes a la región del Jungfrau hacia Grindelwald y Lauterbrunnen con enlace a los ferrocarriles a Mürren y al Schilthorn así como vía Kleine Scheidegg al Jungfraujoch. En los Lagos de Thun y Brienz navegan los barcos de excursiones, incluyendo un histórico vapor de ruedas.
A sólo diez kilómetros de Interlaken se halla, en
una ladera soleada, Beatenberg-Niederhorn. Como la mayor parte de Suiza, es un paraíso
para los amantes de la fotografía.
Ascendimos en coche al pintoresco pueblo alpino de Habkern,
a unos siete kilómetros Interlaken, en
medio de las tradiciones y una naturaleza impresionante.
Una de las excursiones que más nos gustó fue la
ascensión al Schynige Platte (nido de las águilas) a 2076 m de altitud,
mediante un tren cremallera con los vagones abiertos. Conforme se sube se va
abriendo la impresionante vista panorámica de las montañas. El Eiger, el Mönch y el Jungfrau son aquí
arriba la gran atracción. También fue interesante la visita al jardín alpino,
con 600 especies de plantas diferentes.
A la vuelta de Schynige Platte aprovechamos para
visitar las Giessbach Falls. La
catarata está formada por una cascada con 14 escalones y más de 500 m de
altura. Las aguas se precipitan desde los valles alpinos del monte Faulhorn
hasta el lago de Brienz.
Iseltwald es otro pequeño pueblo a la orilla
de lago Brienz que paramos para visitar,
en el que no podía faltar su zona infantil.
Berna
Aprovechando un día que apuntaba lluvia decidimos ir a visitar esta encantadora ciudad, reservando los días de sol para realizar las excursiones por las altas montañas. Berna, la capital de Suiza, se encuentra a menos de una hora de Interlaken. Su casco antiguo es Patrimonio Mundial de la UNESCO, con sus numerosas fuentes, fachadas de arenisca, callejones y torres históricas. La ciudad ofrece un aire medieval singular, por lo que consideramos que su visita es imprescindible.
Cuenta con uno de los paseos de compras más largos
y protegidos contra la intemperie de Europa, con 6 kilómetros de arcadas. A
nosotros nos fue muy bien, ya que durante el día cayeron varios aguaceros.
Recomendamos totalmente la visita a esta ciudad.
Gruyères es una pequeña ciudad medieval al estilo
de los libros de cuentos, en un pequeño cerro, con un castillo. Se encuentra
situada a una hora y media aproximadamente de Interlaken y es de visita
obligada.
La vuelta a Interlaken la realizamos por una carretera que nos ofreció una paisaje espectacular, pasando por pueblos como Chateau d’Oex, donde tampoco falta el parque infantil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario