Midi-Pyrénées: Cordes-sur-Ciel, Najac y Saint-Circ-Lapopie

Cordes-sur-Ciel
Por la mañana, después de volver a recorrer de nuevo el centro histórico, ponemos rumbo a Cordes-sur-Ciel, nuestro primer destino de la jornada, a apenas media hora de distancia. Empezamos las visitas por algunos de los pueblecitos más hermosos que hemos visto nunca,  que culmina en Conques, el último que visitamos y el más mágico de todos.  Como la mayoría de los pueblos que visitaremos los próximo días, se encuentra situado en lo alto de una pequeña colina. Aparcamos en un parking con tarifa plana todo el día e iniciamos la “ascensión” para visitarlo.




Le dedicamos un par de horas, a continuación nos dirigimos a Najac a algo menos de 1 hora de distancia, donde comimos. A partir de este punto y durante el resto del recorrido por el Midi-Pyrénées, circularemos por hermosas y estrechas carreteras de montaña rodeadas por una densa vegetación y sin apenas tráfico. Un placer para quien le guste conducir y un placer para los pasajeros del coche que podrán gozar del paisaje.




Najac es un hermoso pueblo muy pequeño colgado en lo alto de una roca.


Najac
Consta prácticamente de una única calle y destaca por su hermoso y famoso castillo. Decidimos explorarlo ascendiéndolo, dejando el coche en la parte baja. Nuestra hija comenzaba a estar cansada y no sin razón.


Castillo de Najac



Por la tarde continuamos nuestra ruta hacia Saint-Circ-Lapopie. Nos espera otra hora de trayecto por unas hermosas carreteras. Llegamos a nuestro hotel, situado en Tour de Faure y a unos 2 km de Saint-Circ-Lapopie. El cielo empieza a cubrirse y empieza una fuerte lluvia que ya no cesará hasta el día siguiente por la mañana. Nos quedamos con las ganas de poder visitar este hermoso pueblo por la tarde-noche, que es cuando acostumbran a tener más encanto.


Saint-Circ-Lapopie

Al día siguiente y después de llover toda la noche, parecía que esta ya había cesado. Pero cuando nos dirigíamos a visitarlo la lluvia volvió con fuerza. Decidimos esperar un rato, ya que no nos queríamos perder la visita de este pueblo del que tan bien nos habían hablado. Por suerte, cuando ya habíamos decido seguir hacia Rocamadour, nuestro próximo y famosos destino, el tiempo nos sonríe y la lluvia cesa.




Saint-Circ-Lapopie es un increíble pequeño pueblo medieval, declarado monumento histórico, ubicado en lo alto de un acantilado y rodeado del río Lot.  Dispone de aparcamientos de pago situados tanto en la parte alta como en la baja del pueblo. Seguimos con nuestra idea de recorrer el pueblo ascendiéndolo, con el consiguiente enfado de nuestra hija (¡¡demasiado empinado!!). Fue todo un lujo, ya que estábamos prácticamente solos. Las vistas desde la parte alta son magníficas. Lástima de no poder haberlo disfrutado también durante el atardecer de la tarde anterior, como hubiésemos deseado.  


Saint-Circ-Lapopie

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