Saliendo de Ponta Delgada en dirección al Mirador Vista
do Rei nos encontramos con unos
maravillosos lagos de montaña de formas encantadoras: Lagoa das Empadadas,
Lagoa do Canario y Lagoa das Eguas.
Aparcamos en los sitios habilitados, seguimos
las rutas indicadas y al cabo de unos pocos minutos empezaremos a encontrarnos
con un paisaje de ensueño.
Lagoa do Canario |
A pesar de no ser recorridos complicados,
recomendamos llevar calzado ligero de montaña. Es sorprendente como con un pequeño
recorrido accedes a unos lagos que en nuestro Pirineo requerirían duras
excursiones varias horas. Si os gusta el trekking os recomendamos dedicarle una
buena parte de la mañana.
Lagoa das Empadadas |
Un pequeño paseo nos lleva al Mirador do Canario,
que nos ofrece una primera vista de los lagos de Sete Cidades, rodeados de montañas y pequeños volcanes.
Mirador do Canario |
La siguiente parada obligatoria es el Mirador
Vista do Rei. Es uno de los miradores imprescindible de la isla, situado
junto a las instalaciones de un hotel abandonado llamado Monte Palace.
Ofrece unas vistas inmejorables del
verde valle y de los lagos. En un día soleado se pueden apreciar las dos
tonalidades del color del agua de la Laguna Verde y de la Laguna Azul. La
primera es más pequeña, más encerrada y rodeada de vegetación. La segunda es
mayor y mucho más abierta. Están separadas por un puente que cruzaremos al ir a
Sete Cidades.
Sete Cidades |
Bajando por la carretera en dirección al pueblo de
Sete Cidades, nos encontraremos con el Mirador do Santiago. Veremos otro
pequeño lago, rodeado de una vegetación igualmente impresionante.
Seguimos hasta
Sete Cidades, donde hicimos parada para comer. Lo más destacable
es su iglesia, de estilo neogótico. Esta población está situada en uno de los
cráteres más grandes de la isla, al lado de los dos lagos: el Verde y el Azul.
Es posible y recomendable dar una vuelta andando alrededor del lago, en nuestro
caso el Verde.
Por la tarde nos dirigimos a la población costera
de Mosteiros. De camino a este pequeño pueblo de pescadores podremos
disfrutar de unas impresionantes vistas
desde los acantilados que lo rodean.
Mosteiros |
Al llegar nos encontraremos con unas de
las muchas piscinas de lava naturales que vamos a disfrutar recorriendo la isla. Sólo hay que seguir las indicaciones. Este fenómeno se produjo cuando las coladas de
lava se solidificaron al entrar en contacto con el agua del mar, formando estas
piscinas naturales. El agua de las mismas está más caliente que la del océano,
lo que permite un baño agradable.
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